
En estas vacaciones me apetecía dejar mis ovillos en casa y darlo todo de mí para divertirme en este nuevo destino . Este viaje Iba ser algo nuevo que debía disfrutar en su “total totalidad” ( valga el Pleonasmo). Era nuestro primer cruce fronterizo con la furgo y el primer país que Visitaba mi Veva 🐶.
Y a pesar que el clima quería chafarnos la experiencia no hemos parado de caminar y fotografiar casas, campo, castillos, plantas … en fin, de todo! siempre con mi mejor protagonista: ¡MI PERRA!. ( pensabais que iba decir mi marido, no? Bueno , también pero un poco más que yo jaja). La verdad, que cada vez le pongo poco interés en hacerme fotos, pero tengo a mi chico que como buen paparazzi coge mi peor Angulo. 😓🤣🤗. A ver si busco alguna que sea decentemente visible para mostrarlo( ya veremos) .

Continuando con el ´hilo de mi ovillo´, sería mentir decir que me olvidé del mundo lanero. Totalmente imposible! Alguna del gremio entenderá que aunque tengamos nuestras herramientas a cuachocientos kms , mentalmente tejemos ideas.
Aunque con el insoportable calor que hacía poco se podía pensar, así que activé mi ojo de águila y me puse a la caza de algún trabajo artesanal merecedora de mi cámara. Encontré estas cortinas hechas a ganchillos en puntos altos. Se ven preciosas y no parecen tejidas, es más tuve que acercarme para ver si eran a crochet porque parecían a bolillo.
En conclusión, es imposible dejar los ovillos. O los llevas o te encuentran.


Deja una respuesta